Entrevista de servicio: Patri Pardo

¡Hola a tod@s!

Hoy os traemos la segunda entrevista del ciclo de entradas que dedicaremos a hablar de proyectos de servicio en distintos voluntariados, muchos de los cuales están realizando nuestros rutas.

En el futuro, hablaremos de los servicios de varios rutas más de esta imagen.

En esta ocasión tenemos el placer de presentaros a Patri Pardo, ruta de 3º. Tiene 20 años, está en 2º de Ingeniería Aeroespacial en León, y aún así sigue en el grupo, como buenamente puede. Pese a la distancia, siempre que puede está disponible para una reunión o para echar una mano a su clan Ajax. Además, forma parte del taller de guitarra, donde ayuda con temas administrativos.

Patri entró en el grupo en segundo de pionero, es decir, en 2011, con 15 años, solo que no pasó a ruta el año siguiente, sino que decidió quedarse un año más en pionero con la generación de un año menos. Cuando le pregunté porqué entró, ya de «mayor», me dejó bastante claro el atractivo de las primeras etapas de los scouts:

Entré porque tenía varios amigos que iban y siempre estaban hablando maravillas de los scouts y los campamentos… Incluso a veces jugábamos a juegos a los que jugaban allí y nos lo pasábamos genial y quise probar. Fui un día con una amiga mía a una reunión y me lo pasé muy bien, así que el año siguiente me apunté.

Patri, abajo a la izquierda, con su Unidad en el Campamento de Boniches 2012

No sé si Patri demuestra que el scout nace o se hace; lo que sí nos enseña es que en unos pocos años se ha puesto a trabajar y a vivir con los valores que nos caracterizan. Es una persona muy agradable, espero que disfrutéis de sus palabras, además de una experiencia de voluntariado relacionando la tercera edad y la enfermedad.


  1. ¿En qué consiste tu voluntariado?

Mi voluntariado tiene lugar en el centro de Alzheimer de León. Básicamente yo estoy de apoyo a los enfermeros o trabajadores sociales que están allí. Concretamente estoy ayudando en el centro de día, que es el ámbito de la asociación donde la enfermedad está menos desarrollada y suele haber menos problemas con los enfermos.

El año pasado iba una mañana de 10 a 14 hs. y este año voy una tarde de 18 a 20 hsWhatsApp-Image-20160528. Todos los usuarios con los que yo trato son mayores y la intención es que hagan ejercicios de memoria o que ejerciten la mente simplemente, lo cual no siempre es fácil porque para que trabajen bien necesitan una atención muy individualizada. Es por eso que necesitan voluntarios, porque, si no, hay un trabajador para cada 10 personas o así.

El itinerario de cada día es: al principio se hacen preguntas y se trata un poco de orientarlos un poco y que digan la fecha, la estación del año y preguntas para que hagan memoria; luego se empieza con la actividad de ese día, que cada día de la semana está orientado a potenciar un ámbito específico, y suelen ser actividades como dibujar, relacionar, escribir, identificar emociones…; después se para a merendar y se deja tiempo libre para que cada uno realice una actividad como puzles, jugar a las cartas, leer una revista, jugar al parchís…; y, por último, hacemos un poco de ejercicio, más que nada para mover un poco las articulaciones.

2. ¿Por qué elegiste, de entre todas las opciones de voluntariado, este proyecto?

Pues el año pasado llegué a León sin conocer nada y estaba bastante perdida, pero gracias a la universidad conocí a una chica que es la que se encarga de gestionar el ámbito del voluntariado en León y me comentó las opciones que tenía allí. Elegí este sitio por dos motivos: en primer lugar, porque tiene un horario muy amplio para poder compaginarlo con la universidad; en segundo lugar, porque a mí no se me da especialmente bien trabajar con niños y quería otras realidades, sobre todo por la enfermedad que se trata en el centro y por acercarme más a ese sector de la población.

3. ¿Crees que está más reconocido o es más habitual el voluntariado con niños?

Yo creo que es un tema que a la mayoría de las personas les gusta, el hecho de trabajar con niños y de poder influir en ellos para que puedan crecer con ciertos valores y con ciertos recursos. Entiendo que es un tema muy recurrente en cuanto a elegir un voluntariado estable porque a pesar de ser muy sufrido los resultados se ven y eso reconforta mucho. Yo soy de la idea de que a las personas hay que intentar enseñarles valores y estilos de vida y ayudarlos cuanto antes mejor pero, como he dicho, yo no tengo mano con los niños, no porque me parezca inútil la tarea si no porque sé que soy demasiado directa y tengo muy poca paciencia como para poder transmitir lo que pienso de forma satisfactoria a los niños.

4. ¿Qué te aporta?

Bueno, la verdad es que mi paciencia ha aumentado mucho desde que estoy allí; por supuesto, he aprendido a tratar a personas de la tercera edad mucho mejor de lo que lo hacía antes, me he dado cuenta de cuál es la mejor forma de plantearles las cosas o de convencerles de algo. También me ha hecho darme cuenta de que hay mucho más amor del que creemos en las personas, esto es así porque allí la gente es mucho más impulsiva, y aunque hay personas que pueden llegar a ser agresivas, es porque tienen miedo, y en cuanto te conocen y empiezan a confiar en ti cambian totalmente: allí, todo el mundo piensa en su familia y a mí, que solo voy un día a la semana me han regalado un montón de dibujos y me han dado las gracias muchas personas, y eso quieras o no, te remueve algo por dentro.

No obstante, con lo que más me quedo es con la capacidad de tener momentos de felicidad incluso bajo esas circunstancias: cuando hacen algo bien después de haber estado esforzándose, cuando les reconoces sus méritos, mientras te cuentan alguna cosa de sus hijos o de sus nietos, cuando cantamos canciones con ellos… siempre les sale una sonrisa y la verdad es que merece la pena estar allí con ellos para verla, porque a pesar de todo ves que aún tienen ilusión y eso para mí es lo más reconfortante.

5. ¿Cómo te sientes trabajando allí?

A ver, hay momentos que son duros, sobre todo al principio cuando no te conocen porque suelen ser más tercos y más violentos, aunque sea verbalmente hablando; y hay situaciones que te afectan, cuando ves que una persona ha empeorado mucho de una semana a otra, cuando te preguntan por su marido o su mujer y resulta que ya no está… una de las situaciones más duras que recuerdo es cuando una mujer tuvo un ataque muy fuerte y no se acordaba de nada, ni de su nombre ni de quién era, y lo peor es que era consciente de eso y la pobre se puso a temblar y no paraba de decirme que no se acordaba de nada y que todo lo veía negro.

A pesar de esos momentos difíciles, también me he reído un montón mientras ayudaba allí y he tenido experiencias muy bonitas, totalmente desinteresadas. Siempre que salgo de allí tengo una perspectiva distinta de la vida; ahora valoro las cosas de otra manera, me he dado cuenta de que tengo mucha suerte y de que hay mil experiencias que pueden significar mucho si les das el valor y la oportunidad que merecen.

6. ¿Qué quieres decir para despedirte?   

Básicamente, dos cosas:

Una es que siempre hay tiempo para todo, que ahora mismo con los estudios parece que no hay tiempo para nada, pero si te organizas puedes, porque si no vives ahora otra cosa que estudiar y salir con los amigos, y renuncias a actividades que te ayudar a crecer y a abrir un poco tu mente, luego te arrepentirás… Las experiencias que vivas son lo que te va a moldear y lo que va a asentar tu forma de ser, y para mí eso es muy importante.

La otra es que cuando pienses que te da pereza o que no sabes si merece la pena o por qué tienes que hacerlo tú y no otro, pienses que tú tienes la suerte de poder ayudar, que tienes la capacidad, los recursos y los apoyos necesarios para poder vivir cosas que solo te ayudarán. En vez de buscar excusas, hay que buscar razones para hacerlo.

Patri, segunda por la derecha en la imagen, con parte de la Comunidad Ruta de este año.