Hace unos días publicamos una entrada con la crónica de la acampada de navidad de manadas y tropas, que podéis ver aquí. Por su parte, los mayores de nuestro grupo también estuvieron de acampada: por un lado, las dos unidades viajaron a un pueblo de Alicante, mientras que la Comunidad Ruta estuvo en la Pumarica, tras unos años sin ir.
La acampada de unidades fue muy bien. Fueron a Alcoraya, a la granja escuela Teatro Loboligni, una casa rural muy grande y antigua, con buenas instalaciones para poder estar todos cómodos.
En términos generales, ambas unidades estuvieron con las cartas de unidad (cada una la suya) y con el proyecto personal, también revisado cada uno con su scouter. No obstante, y por cuestiones logísticas, las dos unidades están trabajando conjuntamente desde hace unas semanas. De esta manera, mantienen algunas cosas separadas pero la mayoría del tiempo conviven y curran unidas (vaya, las unidades unidas). De hecho, aprovecharon la calma de la acampada para desarrollar un poco la organización del camino de Santiago, que disfrutarán en verano. Para ello, los scouters les explicaron previamente cómo planificarse para un proyecto como ese. Además, también trabajaron con los pioneros los verbos, que son la metodología que llevan en esta etapa.
Las actividades que llenaron las mañanas y parte de las tardes fueron hechas por equipos mixtos, y llevaron preparados un montón de juegos y dinámicas. No faltó, por supuesto, un paseo (aunque no fuera una marcha en sí) por los alrededores de la zona.
Por su parte, los rutas también disfrutaron de un precioso tiempo en comunidad en la Pumarica, con un buen rollo inmejorable. De entre las actividades que llevaron a cabo resaltan, como no podía ser de otra forma en ruta, las dos marchas que realizaron, subiendo a un pico de unos 2.300 metros, con sus correspondientes vistas del paisaje y los alrededores. Pese a que «triscaron monte» más de lo planeado, consiguieron llegar todos.
El resto del tiempo realizaron muchos ratos muy diversos, como un juego de pruebas por equipo, un ratito de estudiar basado en las necesidades estudiantiles, así como una dinámica por parejas para conocerse, en la que sus muchas preguntas y sus respuestas sorprendieron a aquellos que pensaban que lo sabían todo de sus amigos y colegas. Además, ellos mismos destacan lo bien que se lo pasaron organizando las comidas: todos ayudaron para comer como buenos rutas.
Queremos aprovechar esta entrada para resumir la transición hacia la agrupación ruta que está viviendo la Comunidad Polaris: como uno de los objetivos de los rutas en la nueva metodología es, precisamente, emanciparse y salir de los grupos (entre otras muchísimas cosas), los scouters dedicaron tiempo a hablar con todos ellos sobre su futuro scout, y muchos decidieron marcharse hacia mediados de noviembre. Así, nuestra comunidad cuenta ahora con 19 personas y 3 clanes, quedando poquitos de 2º año. No obstante, tienen la gran filosofía de que, sean muchos o pocos, van a aprovechar la ronda solar.
Para la próxima crónica de acampada tendremos que esperar a mitad de febrero, cuando tendrán lugar las convivencias que no pudimos realizar en noviembre. Mientras tanto, nuevas y diversas entradas nos esperan así que, como dice el lema scouts, be prepared!
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