Vela de insignias: Adrián González

La Vela de Insignias en un espacio que dejamos en cada campamento de verano para reflexionar, meditar y opinar abiertamente sobre nuestros valores como scouts y nuestra promesa. Para muchos es un recobramiento de fuerzas y motivación que cargamos durante el resto del año. Para otros, es el empujón y la iniciativa que faltaban para comenzar a actuar.

Adrián González, ruta de segundo año, nos leyó durante la vela de este año su crítica visión sobre el mundo en el que vivimos y nuestra función como scouts dentro de él. Nos incita a no quedarnos con los pies quietos y echar a correr.

Os invitamos a leerlo atentamente y reflexionar junto con él.

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Adrián en un final de etapa del Camino de Santiago.

UN MUNDO

Personalmente, no puedo imaginarme un mundo sin buenas personas que cuidan de los que le rodean. Que se ponen al lado del que lo necesita y alzan la mano para luchar por aquello que quieren.

No soy capaz de imaginarme un mundo donde la gente no trabaja en equipo, donde caminar y trabajar codo con codo sea un estorbo y no una actitud de compañerismo y cooperación.

Tampoco puedo pensar que exista un mundo en el cual la rutina y la sociedad absorban los proyectos y las ilusiones de tanta gente que sueña con hacer algo más de lo que dicta la corriente social.

Un lugar que sólo sirva para consumir y cubrir necesidades primarias sin tener un objetivo por el cual luchar para hacer al fin y al cabo un mundo mejor.

Por último, no quiero pensar un lugar donde las fronteras, el color o el pensamiento sea motivo de discriminación. Porque somos todos hermanos, somos todos humanos y somos todos un puño, una raza, como ninguna ha existido.

En definitiva NO PUEDO Y NO QUIERO pensar un mundo donde no exista un polo y una pañoleta; un símbolo y una intención. Un modo de vida que cada uno de nosotros ha aprendido desde que decidió emprender un viaje cuyo lema es y siempre será: servir al prójimo.

El escultismo me ha enseñado a amar y a respetar. Me ha abierto la mirada hacia la naturaleza, ésta que un día fue nuestra cuna y que hoy en día ha sido sustituida por una sociedad quizás demasiado urbanizada. Respetar y dejar el entorno mejor de lo que se encontró es lo que a mi parecer nos debe distinguir a todos y cada uno de los scouts del mundo.
Ser scout no implica llevar uniforme y salir de acampada, ser scout es una actitud, un lema, un camino de ejemplo para construir y mejorar todo aquello en lo que podamos colaborar.

Todos los que estamos aquí creemos que somos scouts, porque en un entorno donde todos pensamos igual es muy fácil serlo. Lo difícil es llevarlo al día a día, a la cotidianidad con tus amigos y compañeros donde la forma de pensar en muchos casos va en contra de lo que el escultismo enseña.

Yo pienso que cada mañana, cada tarde y cada noche pertenecemos a un objetivo mundial. Pertenecemos a un proyecto conjunto que Baden Powell empezó en el año 1907 y que hasta hoy esta presente en más de 155 países. Esto demuestra que nuestras ideas calan y que no somos los únicos. Hay millones de personas que con su mochila a la espalda y su promesa en el corazón luchan con sudor y mucho esfuerzo por seguir cumpliendo lo que BP un día nos enseñó.

Como conclusión y desde mi situación actual, pienso que la comunidad Ruta es una fase decisiva en toda vida de un scout. Aquí te das cuenta de si quieres o no seguir comprometiéndote con tu grupo y con la sociedad. Sin embargo pienso desde lo más profundo de mi conciencia de que todos y cada uno de nosotros somos candidatos y más que capaces de ser seguir el modelo de Baden Powell y de tanta gente que ha dedicado su vida al servicio de los demás.

Pioneros, Rutas, Kraal, Comité… os doy la buena nueva: la sociedad necesita un fin y creo que vosotros (…nosotros…) tenemos el deber, aunque sea desde otros movimientos y agrupaciones, de llevar el bastón de la marcha. Porque sino, ¿quién lo hará?

Muchísimas gracias por escuchar mis deseos y pensamientos. Espero que mi mensaje no sólo quede entre velas y meras palabras, espero que os haya hecho reflexionar en lo que un scout es, en lo que sois.

Scouts, siempre listos.

Textos Vela de Insignias: Pioneras

Tras los textos de manadas y tropas, os dejamos con lo que Celia e Isa, dos pioneras que ahora son rutas, reflexionaron acerca de su etapa en las unidades, y lo que es ser scout, en la parte más activa de la pasada vela de insignias.

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Isa, con toda su familia, en el Campamento de Verano.


¿QUÉ SIGNIFICA SER SCOUT EN EL SIGLO XXI?

Mucha gente piensa que ser scout es otro de esos hobbies en los que los niños pasan el tiempo y así están entretenidos; que simplemente es reunirse dos horas un sábado o irse a un campamento… pero no.

Ser scout es mucho más.

Es un estilo de vida, un modo diferente de pensar, de ver las cosas, una iniciativa que te impulsa a actuar ayudando a los demás, aun cuando no te lo han pedido; pero, sobre todo, son los valores que se forjan día a día, entorno al servicio, la humildad, el altruismo, la convivencia y el respeto.

Es una forma de crecer, tanto en habilidades e independencia, como en personas, anteponiendo las necesidades de los demás a las nuestras, aprendiendo a confiar en los demás y afrontando las dificultades con alegría. Y lo mejor de ser scout es conocer gente que te puede cambiar la vida, disfrutar haciendo lo que haces y sentir que perteneces a una gran familia y comprometerte con ella.

Y todo ello está en torno a un compromiso, la promesa, un compromiso con la sociedad, con Dios y con uno mismo. Es un símbolo de entrega al prójimo, una fuerza que te impulsa a seguir adelante después de los malos momentos y sobre todo es un sentimiento de fe, una aproximación a Dios.

Estos años en la unidad, hemos podido conocer personalmente distintas realidades sociales de nuestro entorno. Como, por ejemplo, ir al Arca de Noé, porque los animales también merecen ser queridos. Colaborar con Maná y los niños del centro joven, porque darles un poco de nuestro tiempo no supone nada. También, ayudar en el colegio “Eloy Camino”, porque debemos aprender a convivir con todo tipo de personas. O ir al Centro de la Mujer para tratar temas como el feminismo, porque la igualdad es la base del respeto. O colaborar con Unicef en la carrera de “Gotas para Niger”, porque hay gente que sigue teniendo necesidades básicas. Además, hemos colaborado con el grupo scout Fenollera, porque es bueno conocer otros grupos y ayudar en su formación.

Para nosotras, la promesa refleja nuestras ganas de cambiar el mundo, y ser scout es nuestra forma de hacerlo, con una sonrisa y sin esperar nada a cambio.

Celia e Isa.

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Celia y su scouter Helen, en el Campamento de Verano.