Tras todo el esfuerzo, tanto por parte de los profesores como de los alumnos, nos alegramos de decir que la primera edición del Concurso de Guitarra… ¡Ha sido todo un éxito! Después de semanas ensayando, por fin pudimos salir todos al escenario y demostrar lo que habíamos aprendido.

Vinimos casi todos, ¡qué ganas teníamos! Al principio había nervios, pero en seguida se nos pasaron en cuanto Fran, nuestro elegante presentador, salió al escenario a dar la bienvenida. Los concursantes estaban impacientes por empezar, ¿qué sucedería?

Las actuaciones eran de todo menos parecidas; eso sí, todas dignas de ser representadas en el mismísimo Broadway (el año que viene nos apuntamos al conservatorio y los dejamos a todos sin trabajo, ya veréis).

Hubo punteos, rasgueos, pop, rock, canciones scout, armónicos, acordes menores y mayores, sostenidos, bemoles, coros, semitonos, corcheas… sólo faltaban los timbales, vaya. ¡Incluso algunos se atrevieron a cantar en inglés, toma ya!

¡Con todo el ambientazo, los profes también nos animamos a salir! (bueno, vale, no eran tan buenas como las vuestras, pero no íbamos a ser menos ;D )

Después de muchas risas, el jurado anunció los ganadores: Jorge se llevó el segundo premio por haber trabajado duro, y las «directioners» se llevaron el primer premio (un trofeo chulísimo) por sus ganas y esfuerzo. ¡Todos recibieron una púa sólo por participar! Para que luego os quejéis.

En general, podemos decir que 10/10, aunque echamos de menos a algunos profes y alumnos que no pudieron venir (a la próxima será).

Quiero agradecer como coordinador del taller a todos los maravillosos profesores que se esfuerzan todas las semanas porque esto sea posible, y gracias a los cuales dentro de unos años estos niños podrán disfrutar como enanos de su guitarra allá donde vayan. El taller es algo especial y único de nuestro grupo Scout, ¡y hay que cuidarlo y trabajar para que siga adelante!

Y a los alumnos: estamos muy orgullosos de vosotros. La música es algo increíble, y tener la oportunidad de compartirla y disfrutarla con vosotros es una pasada. Nunca olvidéis que donde parece no haber nada, siempre queda la música.

El año que viene repetimos, ¿no?

Buena caza,
Guille