Elementos del método scout

Leer documento aprobado por MSC entre 2010-2011.

El método scout es la manera concreta a través de la cual trabajamos con los niños y los jóvenes para conseguir los objetivos del escultismo. Actuamos en un marco simbólico y con unas actividades adecuadas a las características evolutivas de cada edad para conseguir el desarrollo integral de los niños y los jóvenes. Promovemos y hacemos visible el progreso individual en las seis áreas básicas del desarrollo, y vinculamos a este desarrollo individual la acción para conseguir objetivos comunes a través de la pedagogía del proyecto. Todo ello en el marco de los valores del escultismo, representados en la Ley y la Promesa, que configuran el modelo de persona que representa el escultismo, según el espíritu de su fundador: mujeres y hombres útiles, activos y con recursos, comprometidos con la sociedad, que orientan su vida al servicio y trabajan para dejar el mundo «mejor que como lo encontraron».

El método scout ha de adaptarse a las características de cada momento y realidad sociocultural, para que sea una oferta atractiva, pero respetando sus bases pedagógicas, que se concretan en siete elementos o dinamismos básicos, en los que se debe apoyar cualquier concreción o renovación metodológica.

En el presente Proyecto Educativo nos identificamos con esos dinamismos como la base del método scout. En nuestros planes de grupo, en nuestras planificaciones de sección y en la revisiones de nuestra labor como educadores, debemos tener como referencia no sólo los aspectos prácticos de la metodología –lo que hacemos–, sino también sus fundamentos –cómo lo hacemos y por qué lo hacemos así.

1. La Ley y la Promesa: educación en valores.

La Ley scout y la Promesa como acto de adhesión personal a sus valores, son la base de la educación del tipo de persona que pretende formar el escultismo.

En nuestro grupo damos importancia a la explicación de la Ley y la Promesa (en sus distintas adaptaciones a las ramas) y cuidamos los ceremoniales. Pero somos conscientes de la necesidad de trabajar los valores scouts de forma más práctica y en el día a día.

Tenemos que ser más conscientes de la importancia de dos premisas sin las cuales no es posible educar en valores:

  1. Se educa con el ejemplo.
  2. El ambiente educa: no se puede pedir a los lobatos que asuman la máxima de Baloo «el lobato es limpio y ordenado» y dejar el local sucio y desordenado al terminar la reunión… o peor aún, que vean sistemáticamente hechos un desastre los locales de las ramas superiores, o las zonas comunes, o el material del grupo…

Asumimos como retos concretos:

  • Mantener un entorno y unos comportamientos como grupo coherentes con los valores en los que queremos educar.
  • Trasladar los valores de la Ley scout al día a día en las situaciones que se dan entre los niños y con nosotros. Usar con frecuencia los puntos de la Ley (o Máximas de Baloo), los compromisos expresados en las Cartas (de tropa, unidad, clan…) y la promesa como referencias habituales en las revisiones, evaluaciones y en las situaciones cotidianas.
  • Sacar más partido de las promesas de lobato y tropa como herramientas del método y valorar la posibilidad de promover otras ocasiones para hacer la promesa (como reuniones o veladas de las secciones) y no solo en el ceremonial del campamento.
  • Dar más relevancia a la Promesa definitiva y resaltar su carácter personal.
  • Resaltar explícitamente la coherencia de los valores del escultismo con el Evangelio y la figura de Jesús de Nazaret.

2. Educación por la acción.

El escultismo propone un método de educación no formal basado en la acción. Concebimos el escultismo como un «gran juego» en el que los niños y jóvenes aprenden haciendo, resolviendo, participando, organizándose, tomando responsabilidades adecuadas a su edad, etc. La animación, el canto, el juego, son elementos básicos de la pedagogía scout.

La acción, para ser educativa debe conducir al éxito, al logro de objetivos educativos y a la puesta en juego de los valores scouts y cristianos, de lo contrario se convierte en un activismo vacío o al mero entretenimiento.

BP decía que el auténtico éxito en la vida es lograr la felicidad y sugiere dos claves para lograrla:

  1. Tomar la vida como un juego, no en el sentido de trivializar las cosas, sino de afrontarla con entusiasmo, sabiendo encajar los reveses y pequeños fracasos sin darles más importancia de la que tienen.
  2. Hacer las cosas siempre movidos por el amor, conscientes de que una vida feliz sólo se logra si se orienta al servicio.

En nuestro grupo entendemos y enfocamos este tema como la acción que desarrollamos «hacia afuera», por ejemplo a través de las empresas y proyectos de pioneros y rutas, la respuesta a demandas de colaboración cuando se nos solicita (fiestas del barrio, campañas,…), etc. Debemos trabajar en el futuro más la educación por la acción como elemento básico de la metodología y reflexionar sobre algunas de nuestras prácticas como educadores.

Asumimos como retos concretos:

  • Revisar y superar estilos de actuación y prácticas basadas en «decir lo que hay que hacer y esperar a ver lo se hace», en la bronca como medio habitual para corregir, en dejar que las cosas fracasen para poner en evidencia lo que se ha hecho mal.
  • Trabajar sobre este tema en el Kraal y en el Consejo a través de acciones de reflexión y formación.
  • Hacer menos escultismo de salón y charla.

3. Vida en pequeños grupos.

No es sólo un manera de organizarse, sino un pilar educativo básico de la pedagogía scout y el principal medio para educar en la cooperación, la participación, el trabajo en equipo y la asunción progresiva de responsabilidades. Además de las seisenas, patrullas, equipos y clanes, consideramos esenciales los talleres, los equipos de proyectos (comisiones) y los cargos.

Entendemos la necesidad de ser más conscientes de la importancia de este aspecto, potenciarlo y trabajarlo mejor.

Asumimos como retos concretos:

  • Potenciar más la vida en seisenas, patrullas, equipos, clanes, y facilitar que asuman responsabilidades adecuadas a cada rama especialmente en aspectos como el cuidado del material, la limpieza y el orden en locales y zonas de acampadas, o la preparación de actividades.
  • Atender más a la composición de los grupos y al reparto de responsabilidades.
  • Potenciar la formación de responsables de los equipos (seiseneros, guías…) y los cargos.

4. El acompañamiento adulto.

Trabajar en pequeños grupos no es asignar tareas y responsabilidades a los equipos y a los pequeños grupos y desentendernos; no se trata sólo de una manera de organizar el trabajo, sino una herramienta para educar que requiere la presencia, el apoyo y la supervisión de los educadores para que los equipos y grupos funcionen, logren hacer sus tareas y responsabilidades con éxito y puedan ser progresivamente más autónomos.

El acompañamiento adulto exige la presencia y la cercanía, que nos niños y jóvenes nos vean accesibles y se sientan apoyados en todo momento, tanto personalmente como en las actividades en grupo.

Asumimos como retos concretos:

  • Acompañar, supervisar y apoyar como educadores la vida y los trabajos de los equipos y pequeños grupos. Hay que enseñar a trabajar en grupo.
  • Mantener y reforzar la atención personalizada, lo que implica respetar, orientar, apoyar y confiar responsabilidades en cada niño y cada joven.

5. El Progreso Personal.

El escultismo es un movimiento auto-educativo, en los que los objetivos propuestos se adaptan a través de un diálogo permanente entre el niño/joven y el adulto para adecuarlo a las necesidades particulares de cada individuo y ver reconocido dicho progreso.

Asumimos como retos concretos:

  • Adoptar criterios de progresión comunes en las ramas. No ir secciones de la misma rama hacia direcciones diferente.
  • Conocer las inquietudes particulares de cada niño y hacer un seguimiento más individualizado de la progresión personal.

6. Vida en contacto con la Naturaleza.

No sólo es un pilar básico del escutismo, una educadora de primer orden y un medio de acceso a la experiencia de Dios. Además, el compromiso con un estilo de vida y de desarrollo sostenible, que garantice la supervivencia del planeta son un imperativo para el escultismo actual.

No se puede amar y defender lo que no se conoce y no se experimenta. Debemos tomar consciencia de la necesidad de retomar el contacto con la naturaleza, y revitalizar y actualizar todos aquellos aspectos del escultismo que nos enseñan a desenvolvernos en ella, a conocerla, a respetarla y a disfrutarla.

Asumimos como retos concretos:

  • Salir más de los locales y hacer más actividades en la naturaleza.
  • Potenciar las técnicas de campismo, orientación, naturalismo, deportes en la naturaleza y en general las actividades que faciliten el contacto, conocimiento y el desenvolvimiento en la naturaleza y su disfrute en todas las épocas y circunstancias.
  • Promover el conocimiento de nuestro entorno natural cercano y el compromiso, según las características evolutivas de cada rama, con hábitos de vida respetuosos con el medio ambiente y con la toma de postura ante sus problemas y amenazas.

7. El marco simbólico

El método scout se basa en la motivación a partir de una propuesta de actividades atractivas y estimulantes para los niños y los jóvenes, para facilitar a través de ellas el progreso en las áreas de desarrollo personal del escultismo y el logro de los objetivos de cada rama. Con independencia de lo que se derive de esta renovación en el MSC, es importante asegurar que la propuesta de nuestro grupo es atractiva y nos sirve para asegurar el progreso personal y colectivo.

La renovación metodológica que se está llevando a cabo en el MSC tiene que ver con la necesidad de actualizar el programa de actividades que ofrecemos a los niños y los jóvenes para que responda mejor a la realidad actual. Con independencia de lo que se derive de esta renovación en el MSC, es importante asegurar que la propuesta de nuestro grupo es atractiva y conecta con los niños y jóvenes de hoy y nos sirve para asegurar el progreso personal y colectivo.

Asumimos como retos concretos:

  • Identificar y cambiar actividades y maneras de hacer las cosas que se han convertido en rutinarias o que han perdido poder de motivación y atracción.
  • Recuperar actividades que se han perdido y pueden ser adaptadas a la realidad e inquietudes actuales de los niños y jóvenes, y buscar e incorporar nuevas actividades conectadas con los intereses actuales de los niños y los jóvenes que encajen en el escultismo
  • Revisar cómo se están haciendo y potenciar las cazas, aventuras, empresas y proyectos.