¿Quién dice que sólo se puede ser scout cuando se es un niño?, ¿qué pasa?, ¿qué luego el compromiso scout desaparece? ¡Pues no! Uno es scout desde que realiza su promesa hasta siempre.
En nuestro grupo, tenemos la suerte de tener un grupo de personas adultas que siguen viviendo con la misma intensidad o incluso más el sentimiento scout.
Algunos de ellos, fueron scout de pequeños, en este grupo o en otros, y ahora son papás y mamás de lobatos, troperos, pioneros o rutas del grupo.
Su lema es «¡Dispuestos!» por eso, el comité de padres ayuda al grupo en todo lo que necesita. Nos ayudan en la organización y gestión, en la búsqueda de campamentos e instalaciones, apoya al kraal en las dudas que pueda tener… Y siempre trabajan con ilusión y alegría.
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